Skip to main content

Si de empoderar financieramente a tus colaboradores se trata, las tarjetas de crédito corporativas siempre son la opción ideal gracias su flexibilidad financiera, establecimientos donde pueden ser utilizadas y sistemas de seguridad. 

De hecho, cada vez más empresas las están usando, junto con tecnologías como las de Mendel, para optimizar su gestión financiera, liberar a sus empleados de las ataduras de la banca tradicional y crear políticas de gastos más inteligentes. 

No obstante, aún existen unas cuantas compañías que no han descubierto estos y otros  beneficios de las tarjetas de crédito corporativas:  de acuerdo con datos de la Condusef, el 17% de las empresas todavía usa la tarjeta de crédito personal del CEO para financiar su operación.

Otro estudio señala que el 80% de los empresarios usan crédito personal para financiar sus proyectos, ocasionando el pago de mayores tasas de interés y problemas con su historial crediticio.

Por qué son importantes las tarjetas de crédito corporativas

Lo anterior no solo pone en riesgo la gestión financiera de una empresa, sino que puede traer conflictos entre diferentes equipos con el CEO, y entorpecer los procesos de comprobación de gastos o facturación.

Si aún utilizas tu tarjeta de crédito personal para tu negocio piénsalo dos veces, pues 4 de cada 10 colaboradores admitieron usar una ajena para gastos personales durante sus viajes de negocios.

No por nada se dice que nunca deben mezclarse los negocios con las amistades –ni con ninguna otra cosa personal que no sea el trabajo–, y las tarjetas de crédito corporativas hoy son la alternativa perfecta para ahorrar dinero, tiempo y problemas a largo plazo.

Para por fin convencerte de tramitar tu tarjeta inteligente, y optimizar la gestión financiera de tu empresa, decidimos desmentir 4 mitos alrededor de las tarjetas de crédito corporativas:

¿En verdad son un riesgo? 4 hechos que prueban lo contrario:

  • Mito #1: Imposible controlar gastos: Hoy existen opciones que, en efecto, no te dan el control de gastos; no obstante, con tarjetas de crédito corporativas digitales como la de Mendel (sincronizada con una app y una plataforma), tú y tu equipo de finanzas pueden crear reglas que especifican cuándo, cómo y dónde puede gastarse el dinero. 
  • Mito #2: Tramitar plásticos extra es tedioso: La tecnología financiera ha terminado con los días de tarjetas de crédito corporativas compartidas. A diferencia de las tradicionales, con Mendel puedes generar una tarjeta virtual en segundos para empoderar financieramente a tus colaboradores, haciendo que la rendición de sus gastos sea 100% automática.
  • Mito #3: Generan más gastos que ahorros para la empresa: Las tarjetas tradicionales cuentan con letras chiquitas y comisiones ocultas; con nosotros ahorras dinero disminuyendo la posibilidad de fraude y la reducción de impuestos por gastos no comprobables. Además nuestra tarjeta realiza sugerencias sobre oportunidades de ahorro con base al análisis de tus transacciones.
  • Mito #4: Hace la gestión financiera mucho más tardada: Nuestra tarjeta es automática, inteligente y veloz: puedes cargar automáticamente tus comprobantes para ahorrar tiempo a tu equipo de finanzas. Los colaboradores simplemente necesitan tomar una foto de su recibo y nosotros nos encargamos del resto: categorizarlo, asignarlo al presupuesto correcto y generar la factura para hacer el gasto deducible.

Gestionar tu empresa mediante una tarjeta de crédito corporativa hoy es mucho más fácil, rápido y transparente, por lo que ya no hay pretexto –ni mucho menos mitos– para no conseguir la tuya y comenzar a hacer crecer tu negocio por medio de la tecnología financiera.  

Si quieres descubrir más beneficios de las tarjetas de crédito corporativas para tu compañía, haz clic aquí. Queremos conocerte y ayudarte a transparentar tu gestión financiera.